Sabemos que la importancia de la calidad del agua potable que consumimos es fundamental para alcanzar niveles óptimos de salud y seguridad. La mayoría de las casas cuentan con agua corriente potable pero eso no significa que el agua sea 100% pura y óptima para el consumo y uso humano ( animal, si tenemos mascotas en casa o incluso para nuestras plantas).
Actualmente, escuchamos hablar sobre el agua filtrada y el agua osmotizada. Cada una cuenta con unas características propias y ambas pueden ser interesantes para introducir en nuestro día a día.
Qué es el agua filtrada
El agua filtrada consigue eliminar aquellos elementos que flotan en ella. Por medio de un proceso físico se consigue acabar con partículas que suelen alterar el sabor perdiendo la calidad que necesitamos para vivir mejor. Normalmente el agua filtrada se realizad con agua potable de calidad y salubridad por lo que no habría problema en consumirla.
El agua se filtra mediante un filtro que hace que los elementos queden atrapados siendo el más popular el filtro de carbón activado.
Qué es el agua osmotizada
El agua osmotizada es un sistema-proceso en el que el agua se somete al proceso de ósmosis inversa (OI). Se trata de una tecnología que limpia el agua por medio de una membrana semipermeable que hace remover minerales y descarta los iones del agua.
Diferencias entre agua filtrada y agua osmotizada
La principal diferencia entre el agua filtrada y el agua osmotizada es el proceso utilizado para purificar el agua. El agua filtrada se limpia mediante un filtro que retiene las impurezas físicas y químicas. El agua osmotizada se limpia mediante un proceso de osmosis inversa, en el que el agua se empuja a través de una membrana especial que retiene las impurezas. El agua filtrada es adecuada para eliminar sedimentos y partículas en suspensión mientras que el agua osmotizada es capaz de eliminar compuestos orgánicos y sales disueltas que un filtro no puede eliminar.
Para el agua filtrada se utilizan distintos tipos de filtro que tendrán una función establecida. Los filtros que trabajan para filtrar el agua pueden ser de diferentes tipos. Por ejemplo, están los de carbón activado, de cerámica, de malla fina, etc. Cada tipo de filtro está pensado para eliminar algunas impurezas específicas. En el caso de los filtros de carbón activado, está demostrado que la eficacia de los mismos elimina cloro, pesticidas y compuestos orgánicos volátiles. Y por otra parte, los filtros de cerámica están pensados para eliminar sedimentos y partículas en suspensión.
El agua osmotizada, ya hemos comentado anteriormente que utiliza una membrana de ósmosis inversa para eliminar impurezas del agua. Gracias a esa membrana de osmosis inversa, se pueden retener impurezas mientras se permite que el agua pura pase a través de ella. Este proceso es especialmente eficaz para eliminar no solo compuestos orgánicos y sales, también quita del agua metales pesados dejando un resultado perfecto para su consumo y su uso.
Otra de las diferencias entre agua filtrada y agua osmotizada es el precio. El proceso de ósmosis inversa es algo más elevado que los filtros para el agua ya que se requiere una presión adicional que es más costosa.
Conclusión
Sabemos que ambos procedimientos son importantes para que el agua que usamos y consumimos cuente con la máxima calidad y seguridad. Económicamente, la ósmosis inversa es más cara que el agua filtrada pero los resultados son realmente sorprendentes y el agua será pura y muy sana para su consumo.
Invertir en este tipo de mejora del agua potable es esencial si queremos variar nuestro estilo de vida y ofrecer a los nuestros una vida más sana y saludable.
El agua osmotizada no solo se recomienda para uso doméstico. Si tienes un negocio de restauración, este tipo de agua mejorará la calidad de vida de tus comensales y crearás tendencia corporativa con un nuevo estilo dentro de tu empresa.